miércoles, 10 de agosto de 2011

Traumas

Cuando uno es pequeño no esta exento de vivir y experimentar un monton de cosas. Nuevas situaciones que pueden ser de lo mas placenteras, como por ejemplo aprender a montar en bici, leer tu primer libro, escribir tu primer cuento...un sin fin de momentos que de mayor confluiran en una serie de aspectos positivos (en el mejor de los casos) en tu personalidad.

Pero cuando se es niño, esas experiencias placenteras conviven a la vez con otro tipo de experiencias. Experiencias que cada uno vive de manera mas o menos angustiosa y que a simple vista o cuando uno ya es adulto son situaciones, objetos e incluso palabras que vistas desde lejos pueden parecer una grandisima chorrada, pero que a ti te dejaron una huella lo suficientemente profunda para hacer que salgas por patas si es necesario cuando te encuentres frente a ellas.

Me refiero a los traumas infantiles.

¿Quien no conoce o ha conocido a alguien que sienta pavor a los payasos porque de niño vivio algun episodio terrible con ellos?¿o a alguien que dejo de montar en los columpios e incluso se niega a que sus hijos disfruten de ellos porque siendo niño se dejo los dientes en el suelo o tuvieron que cortarle el pelo al cero porque se le enredo en las cadenas que lo sujetan?...Los entiendo...Los payasos son escalofriantemente inquietantes, solo hay que ver a Ronald McDonald ( si, ese mismo....el de las hamburguesas) o los payasos de Micolor, ¿que me decis de los payasos de Micolor? ("pelicoscomoescarpias oiga")....Y de los columpios... ¿Que decir de los columpios?, porque claro hoy en dia son de lo mas modernos y sofisticados, acolchados incluso para que los churumbeles no sufran lesiones, pero antiguamente constituian un serio peligro, columpios inclinados, que parecian que se iban a desmontar nada mas sentarte y lo mejor de todo... ¡a cual mas oxidado!....toda una aventura quien jugara en ellos y un desafio al tetanos.

He de decir que personalmente muchos son los traumas infantiles que me persiguen en mi dia a dia, pero el mas gordo, el que se lleva el oro es aquel que hace referencia a los juguetes que cuando eres pequeño te regalan. Mas concretamente a uno, los archiconocidos Juegos Reunidos de Geyper. Bueno dicho asi puede sonar extraño e incluso peculiar o quizas haga que os lleveis las manos a la cabeza mientras exhalais un grito ahogado....¡Pero si los Juegos Reunidos es el mejor producto que se creo! ¡Con la cantidad de juegos a los que puedes jugar!¡Horas y horas de autentica diversion, y no como la de ahora con los videojuegos que aguachinan el cerebro!...Y no discrepo de estas ideas, pero quizas sea importante decir que servidora, osea yo, soy hija unica...(ni que decir tiene llegados a este punto, que hubiera dado mi vida por una videoconsola....lamentablemente no existian).

Y mi pregunta es ¿ que hacia una niña que no tiene hermanos, que sus padres trabajan todo el dia fuera, que sus abuelos eran demasiados mayores para entender las reglas del "Backgammon"....etc etc, con la caja mas grande que existia en aquella epoca de los puñeteros Juegos Reunidos de Geyper?....Invocar a todos los demonios para castigar a quien se le ocurrio la fantastica idea de regalarmelos. Y yo no he sido nunca una desagradecida con los regalos queme han hecho "oiga usted", pero es que aquello era un total desproposito.


Durante una temporada lo intente. Esparcia los Juegos Reunidos por el suelo de mi casa, jugaba al parchis, a la oca e incluso a la ruleta de casino, pero claro jugando contra una misma...unas veces ganaba yo, y otras veces al mismo tiempo que era ganadora tambien era perdedora...aquello tenia poca gracia y solo era una chiquilla con miles de millones de fichas diferentes y tableros de carton que desteñian. Con una decepcion descomunal quedaron olvidados en el altillo del armario...Pero la cosa no quedo ahi...Creo que los dos momentos de la vida de un niño en los que este es mas feliz y desea y espera con ansia su llegada son evidentemente el dia de su cumpleaños y el dia de reyes. El tiempo fue pasando y yo unicamente queria olvidar aquel desastroso dia en el que el cerebro se escurrio entre las orejas de quien me hizo tan infame regalo. Y llego mi cumpleaños...Por aquel entonces crei que los ojos me iban a estallar a la vez que se proyectaban desde mis cuencas hacia fuera cuando desenvolvi dos flamantes cajas de juegos para jugar en familia...el ¿Quien es quien? y La Ruleta de la Fortuna...

¿Tanto odio me tenian?....¿porque simplemente no me compraban el Tejenova?, al menos pudiera haberme hecho bufandas...

El tiempo pasó, yo me hice mayor y la verdad que soy bastante normal, con la salvedad de que raramente juego a un juego de mesa aunque tenga la oportunidad (prefiero clavarme palillos debajo de las uñas), en contadas ocasiones en las que he jugado siempre he perdido (claro no tuve entrenamiento en mi infancia), y las poquisimas veces que he ganado me he retirado, he disfrutado la victoria y jamas (eso si) jamas he vuelto a jugar, autoproclamandome ganaradora del mundo mundial. Durante meses lleve en mi bolso un parchis magnetico y puedo prometer y prometo que nunca he hecho trampas (o puede que si....(una nunca revela su estrategia)¡¡si quieres echamos una partidita!!).

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