Una historia verdadera

Hace algun tiempo me tropecé con la siguiente frase:
Todos los niños mitifican su nacimiento. Es un rasgo universal. ¿Quieres conocer a alguien? ¿Su corazón, su mente, su alma? Pidele que te hable de cuando nació. Lo que te cuente no será la verdad:será una historia. Y nada es tan revelador como una historia.

Me gustan las historias. Me gusta leer historias, y... ¿porque no? a lo mejor se me da bien contarlas. Voy a contar aqui una historia que ocurre casi diariamente. Una historia que sucedió de verdad. Una historia que podria pertenecer a cualquier persona. Una historia con la que muchos podrian sentirse identificados o quizas despertar sensaciones para ayudar a personalizar vuestra propia historia...
...Esta es la historia del dia en que naci...

Las cosas hacia unas semanas no iban del todo bien. El espacio empezaba a ser mas y mas pequeño. Casi no cabia, pero a mi no me importaba. Me acurrucaba hasta alcanzar un formato similar a una albondiga, echaba un vistazo a mi entorno, todo tranquilo, volvia a cerrar los ojos y dormia hasta la hora de comer. Si eso era la vida -pensaba- estaba bastante bien. Flotaba como si estuviera en una nube y no me caia, pues algo parecido a un cordon de zapatos me mantenia sujeta por el ombligo...

..."Si eres feliz y ya lo sabes toca palmas, si eres feliz..."- canturreaba- mientras me dejaba envolver por el calido liquido que me abrigaba...

Una noche, mientras dormia y sin querer, estire una de mis diminutas y rechonchas piernas mas de lo normal. Me estremeci al comprobar que la gran botella de agua en la que estaba metida comenzó a vaciarse rapidamente. -"Yo no he sido"- grite- pero ya era demasiado tarde. Entendi rapidamente que era hora de pasar a espacios mas amplios.

-¿Que hago ahora?- me preguntaba- ¿La gente de fuera esperara que salga por este tunel?...¡esto es muy pequeño!-exclamaba mientras tocaba mi enorme cabeza con ambas manos. Me acerque un poco...me aleje y me volvi a acercar...Decidi que lo mejor seria esperar. -¿Y si no salgo? Si he estado aqui nueve meses y esta cavidad ha crecido y crecido para que yo estuviera comoda...¿Por que no iba a poder crecer un poco mas?

Experimente todo tipo de sensaciones, furia por que venian a molestarme, tristeza pues echaria de menos aquel entorno, miedo...Mi vida paso fugazmente por delante de mis ojos.

Varias horas despues el final era casi inevitable. Con un poco de ayuda podria pasar facilmente por aquella puerta de salida. Pero yo no queria. Venian a desahuciarme sin previo aviso. Me arrincone en el fondo de la cavidad. - Aqui seguro no llegan- pense, pero derrepente vi asomar una mano...Le mordi, le goolpee y justamente cuando iba a darle mi patada super mortal super poderosa, resbale entre los restos de fluido que aun quedaban esparcidos por el suelo y la mano me agarro con tanta fuerza que me fue imposible liberarme de semejante zarpa.

No llore. Y no por falta de motivos... De la noche a la mañana un numeroso grupo de borrones verdes me vieron en paños menores, me iban pasando de unas manos a otras, algunos me metian tuvos en la boca y simplemente succionaban, otros me colocaban en una especie de balanza, alguno que otro cortaba el cordon de zapatos que me sujetaba y hacia una lazada o simplemente se dedicaban a jugar con mis pies haciendome cosquillas.

Pese poco mas de tres kilos y no abultaba mas que una botella de refresco. El hospital me obsequio con algo parecido a una pulsera garabateada (no era ni de oro ni de plata...por lo que pude comprobar cuando intente comermela) y me cubrieron la cabeza con un gorro tapando y aplastando mis preciosos rizos negros.

No tarde en acostumbrarme a mi nuevo mundo. Solo tenia que llorar y una persona con olor familiar me atendia sin demora. Polvitos en el pompis, baño y masaje diarios, cucamonas varias, leche a gogo...a cambio embelesaba a mi publico babeando mis propios pies...¡¡¡toda una monada!!!

Y es que nadie dijo que ser bebe fuera facil...